Como anillo al dedo le quedó al gobernador Salomón Jara el bochornoso incidente que protagonizó la exfuncionaria de Bienestar, Melina Ponce, pues si bien, no es de minimizar el hecho de alardear de privilegios, conducir en estado de ebriedad y el uso de recursos públicos para fines personales, para el gobernador resulta “conveniente” desviar la atención al supuesto parentesco de Nancy Ortiz con la joven de 22 años.
El nepotismo ha sido un sello característico del gobernador Salomón, colocar a sus hijos en puestos claves de MORENA y tratar a toda costa de acomodar a una de sus hijas en la Delegación Federal de Bienestar hablan de una clara sed de poder y control absoluto.
Mientras el estado se cae a pedazos con feminicidios, desapariciones, falta de insumos en los hospitales, gastos excesivos en medios de comunicación y publicidad del gobernador, sin mencionar el derroche de conciertos gratuitos y el desvío de recursos públicos, resulta raro pensar que la atención la acapare un penoso y desafortunado incidente que se ve todos los fines de semana en los operativos del alcoholímetro, porque seamos honestos, ladys y lords hay cada fin de semana.
Extraño también resulta la insistencia de Jara en tener a una hija en Bienestar, recordemos que cuando tomó posesión la Doctora Claudia Sheinbaum, como Presidenta de la República, por debajo del agua sonaba el nombre de su hija como futura titular de la dependencia federal, sin embargo, en un claro revés y duro golpe al gober, la presidenta ratificó a Nancy Ortiz al frente de Bienestar, junto a otros delegados que continuaron en sus puestos ante el cambio de gobierno, pues dicen, su trabajo la respaldó ante AMLO y sus superiores, que también fueron ratificados por la doctora Sheinbaum Pardo.
La disputa mediática ha demostrado ser una eficaz forma de moldear opiniones y crear víctimas y villanos, y aunque claramente el actuar de la joven Melina fue erróneo por donde se le vea, lo cierto es que Nancy Ortiz se ha mantenido a flote dentro de la política oaxaqueña, con altibajos y escándalos ajenos a su persona, en su mayoría propiciados por su personal, la delegada ha contado con el respaldo de gente cercana a AMLO y Sheinbaum.
¿Será que realmente la delegada Nancy representa un enemigo a vencer para Salomón y sus “cercanos” y por eso quieren a toda costa bajarla de la contienda por la próxima gubernatura o es la ambición desmedida de poder para controlar el estado, o simplemente es otra muestra de la misoginia que permanece en la política oaxaqueña?.
